Por qué los trabajadores están perdiendo terreno

Un nuevo estudio destaca la disminución de los ingresos entre los trabajadores/as en Estados Unidos y atribuye este hecho principalmente al decrecimiento de la densidad sindical, en especial en las industrias altamente organizadas.

Asimismo, un informe sobre Silicon Valley, el baluarte de la manufactura no sindicada, respalda estas conclusiones.

En su investigación “La máquina capitalista: la informatización, el poder del trabajador y la disminución de la participación asalariada en las industrias estadounidenses”, Tali Kristal, una catedrática adjunta de sociología en la Universidad de Haifa (Israel), afirma que de 1979 a 2007, la participación asalariada en los ingresos nacionales en el sector privado estadounidense disminuyó en seis puntos porcentuales.

Esto significa que los trabajadores dejaron de percibir 600 millones de US$ (es decir, alrededor de 5.000 US$ menos por trabajador).

“Sin embargo, esta enorme cantidad de dinero no se transfirió a los trabajadores”, denunció la señora Kristal.

“Se transfirió a los beneficios de las empresas, que ante todo benefician a individuos muy ricos”.

No obstante, no está de acuerdo con otros académicos que atribuyen la disminución de la participación en los ingresos nacionales al crecimiento de la informatización.

Según la señora Kristal, dicha disminución se debió al decrecimiento de la afiliación sindical y, por tanto, de la capacidad de negociación.

Si la informatización hubiera sido la causa, la participación asalariada hubiera disminuido en todos los sectores de la economía.

En cambio, la mayor parte del decrecimiento se dio en industrias organizadas como la construcción, la manufactura y el transporte.

En las industrias con una baja densidad sindical, como el comercio, las finanzas y los servicios, la participación en los ingresos se mantuvo relativamente estable.

“Por tanto, lo que podemos apreciar es un gran decrecimiento en la participación asalariada en los ingresos y un notable aumento de la participación de los capitalistas en industrias en las que disminuyó la sindicalización. Asimismo, apenas se aprecian cambios en las industrias en las que los sindicatos nunca tuvieron demasiada presencia.

Esto demuestra que la sindicalización decreciente, que provocó la erosión de la capacidad de negociación de los trabajadores de base, constituyó la principal fuerza responsable de la disminución de la participación asalariada en los ingresos nacionales”, concluye la señora Kristal.

 

Silicon Valley

Irónicamente, las conclusiones de la señora Kristal se ven respaldadas al analizar una de las industrias menos sindicalizadas (la de la fabricación de equipos informáticos y semiconductores) en el baluarte del “entorno libre de sindicatos”: Silicon Valley.

En su informe titulado “La vida en la economía de Silicon Valley– 2012”, Working Partnerships USA (un proyecto de investigación subvencionado por los sindicatos) concluye que la baja tasa de sindicalización es la responsable de la creciente polarización económica y la caída del nivel de vida entre los trabajadores del sector de la alta tecnología.

Según afirma, “no constituye un ejemplo de excepción provocado por la tecnología, sino del modo en que la estructura del poder empresarial rara vez aplica primero las prioridades de las familias trabajadoras”.

La falta de sindicatos y la disminución de la capacidad de negociación de los trabajadores han tenido consecuencias muy concretas. Para empezar, la falta de sindicatos provocó amplias diferencias entre quienes podían beneficiarse del crecimiento económico y quienes no.

“Sí. Las fábricas producían artículos que se vendían y los beneficios iban a parar a los bolsillos de sus dueños y controladores.

Pero los beneficios no fluían igual para los que trabajaban en las fábricas”.

El racismo y la discriminación por sexo también desempeñaron un papel importante para mantener los ingresos de los trabajadores/as en un nivel bajo.

“La estructura de la mano de obra en la producción de la alta tecnología siempre ha reflejado un alto grado de estratificación y segregación racial y sexual”, explica.

 

Círculo vicioso

Por último, debido a la falta de sindicatos, los trabajadores no fueron capaces de detener el traslado de puestos de trabajo de Silicon Valley a otras zonas.

“Los beneficios y la productividad de la industria pueden crear puestos de trabajo si nuestras comunidades ofrecen ventajas a las grandes empresas”, explica el informe.

“Sin embargo, si reducir los gastos en mano de obra y obtener ventajas fiscales se convierten en una prioridad mayor que el bienestar de los trabajadores, dichos puestos de trabajo también pueden trasladarse, como ha ocurrido en el pasado. Estamos inmersos en un círculo vicioso en el que las grandes empresas reducen costes y subcontratan para incrementar los beneficios y luego utilizan dichos beneficios para beneficiarse aún más”.

Asimismo, la señora Kristal demostró que el creciente desempleo y la producción en subcontratas eran perjudiciales para el sustento de los trabajadores.

“Todos estos factores colocan a los trabajadores estadounidenses en una posición desfavorable para negociar con sus empleadores”, concluyó.

“Resumiendo, mi investigación demuestra que a los capitalistas rara vez les ha ido tan bien como en el período entre 1979 y 2007”.

En Silicon Valley, del año 2000 al 2008, la proporción de hogares con ingresos inferiores a 50.000 US$ al año (unos 25 US$ por hora) aumentó en un 76%.

Según el informe de Working Partnerships USA, la solución reside, al menos en parte, en los sindicatos.

“La teoría del goteo no funciona. Los salarios pueden aumentar si los trabajadores se organizan para presionar, pero no es un hecho dado.

Si una industria anuncia que pretende evitar que los trabajadores se organicen para conseguirlo, nuestra comunidad debe plantearse qué es más conveniente para sus intereses a largo plazo... Las familias trabajadoras deben estar organizadas para que la economía satisfaga sus necesidades.

No basta con tener una voz o un lugar en la mesa de negociaciones. El 99% de los trabajadores de Silicon Valley necesitan desarrollar su capacidad de sindicalización para defender eficazmente sus necesidades, incluso... si se tienen que enfrentar a la resistencia por parte de las empresas”.