Bahrein: 32 trabajadores migrantes se suicidan

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Anil Kumar, un indio de 40 años, ha sido el último de los 32 trabajadores migrantes que se ha suicidado en lo que va de año en Bahrein.

El 25 de agosto el Ministerio del Interior dio parte de su muerte, que fue confirmada a su vez por la Embajada de la India.

La mayoría de los expatriados se ahorcaron en los miserables dormitorios de los campos de trabajo situados a las afueras de la capital Manama.

[caption id="attachment_1290" align="alignnone" width="530"] Más de 1.000 trabajadores asiáticos de la construcción manifiestan contra una compañía que les debe 4 meses de salario. (Foto/CSI) 

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Muchos de ellos llevaban meses sin recibir su sueldo, de forma que no podían enviar dinero a su familia ni pagar las deudas de su visado de trabajo.

Y tampoco podían abandonar el país a causa de la prohibición de viajar que impone el sistema de patrocinio local, kafala.

“Imagínate que tienes a tu cargo a dos familias, una aquí y otra en tu país, y que no te pagan durante más de 3 ó 6 meses”, explica Marietta Dias, Presidenta de la Migrant Workers Protection Society (MWPS).

Con frecuencia, en el momento de contratar a los trabajadores en el país de origen, les prometen un sueldo que luego resulta ser distinto de lo que en realidad reciben cuando llegan a Bahrein.

Según Dias, los países de origen y de destino deberían proporcionar más protección, así como incrementar los sueldos mensuales, que en estos momentos rondan los 200 USD, y ofrecer algún tipo de apoyo psicológico.

Pero en lugar de eso, el sistema vigente permite a las empresas descontar sumas enormes de los sueldos con la excusa de sufragar los gastos de los visados de trabajo, y cuando los trabajadores intentan marcharse y buscarse otro trabajo, los empleadores les amenazan con denunciarles por ruptura de contrato.

“Los expatriados no se atreven a quejarse a las autoridades de seguridad ni al Ministerio de Trabajo por temor a que los empleadores les lleven a juicio por difamación”, añade Narimal Chawdhary, Primer Secretario encargado de Asuntos Consulares y Laborales de la Embajada.

Según Chawdhary, parece haber “cierta complicidad entre los empleadores y las autoridades”.

Veintiséis de los trabajadores que se suicidaron eran indios, a raíz de lo cual la Embajada ha decidido establecer dos líneas telefónicas directas y formar a 18 voluntarios de la comunidad india para proporcionar asistencia y apoyo psicológico.

No obstante, en Bahrein hay más de 350.000 expatriados indios, lo que complica aún más la posibilidad de realizar un seguimiento de cada caso individual.

Al igual que en otros países del Golfo, la mayoría de los migrantes proceden del sureste asiático y trabajan en unas condiciones muy duras, a pesar de que representan nada menos que el 77% de la mano de obra del país.

La Autoridad Reguladora del Mercado Laboral de Bahrein estima que a finales de 2011 había un total de 477.870 trabajadores expatriados en Bahrein, y más del 80% estaban empleados en el sector privado, principalmente en el sector de la construcción.

En diciembre del año pasado, más de 1.000 trabajadores de la construcción asiáticos se manifestaron contra una empresa que no les había pagado durante cuatro meses. Intentaron marchar desde los campos de trabajo hasta la oficina del Ministerio de Trabajo pero la policía les paró, obligándoles a dispersarse.