Elecciones en Zimbabwe: Mugabe teme el voto de los jóvenes

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A medida que Zimbabwe se aproxima a la crucial elección de este 31 de julio, el presidente del país, Robert Mugabe, de 89 años, parece obsesionado con la idea de que la juventud, inquieta ante las pocas o nulas perspectivas de trabajo, le señale la puerta de salida.

Las cifras sobre la tasa de desempleo en Zimbabwe difieren radicalmente entre las estimaciones del 7,7% calculado por la Agencia Nacional de Estadística de Zimbabwe (ZIMSTAT) y el 90% según el Zimbabwe Congress of Trade Unions (ZCTU), la mayor organización sindical del país.

Esta enorme disparidad se debe a la definición más bien estrecha de desempleo que aplica el Gobierno, pero lo que no puede negarse es que después de 33 años en el poder, el partido de la Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF) de Mugabe no ha logrado crear puestos de trabajo para su población, en particular para su juventud.

El grupo de edad de 18 a 35 años en Zimbabwe cuenta con aproximadamente 4,8 millones de electores potenciales, quienes constituyen el 61% de los electores con derecho de voto.

Muchos de ellos serán votantes por primera vez en una elección en la que el rival de Mugabe, el primer ministro Morgan Tsvangirai, del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), espera poder tomar finalmente el poder.

A pesar de que ambos candidatos están atados por un acuerdo de reparto de poder desde las elecciones de 2008, éste será el tercer intento de Tsvangirai de derrocar a Mugabe.

Y ésta podría ser su oportunidad. La política económica del MDC, denominada JUICE (por las siglas en inglés de empleo, superación personal, inversión, capital y medio ambiente), corteja a los electores jóvenes prometiéndoles crear un millón de nuevos puestos de trabajo para 2018.

Sin embargo, hay mucho en juego. Unas elecciones fiables, “libres y justas”, permitirían a Zimbabwe restablecer sus relaciones con el mundo, especialmente con la Unión Europea, que ya ha aplicado a Zimbabwe sanciones económicas que llevaron al país al borde del desastre.

En el período previo a las elecciones, los expertos ya han reducido las proyecciones de crecimiento  para 2013 del 5% al 3,9%, debido en parte a la inestabilidad política. Además, el sector minero del país, el que más contribuye al desempeño económico de Zimbabwe, también se ha visto afectado negativamente por la disminución de los precios de los minerales.

Por otra parte, es probable que el país experimente de nuevo una crisis económica como la del período entre 2000 y 2008, cuando Zimbabwe experimentó escasez de alimentos y de combustible que convirtieron al antiguo granero de África en un desastre económico.

 

Dos millones de excluidos

Parece que Mugabe se siente tan amenazada por el voto de la juventud, que ha utilizado el control que ejerce sobre las instituciones estatales para restringir el número de los nuevos votantes que hubieran podido registrarse para votar por primera vez en las elecciones de este año.

Se contrataron agentes de la Organización Central de Inteligencia (CIO) para realizar el registro de votantes y frustrar a millones de votantes potenciales con exigencias imposibles, tales como una prueba de residencia (difícil en un país donde la mayoría de los jóvenes no recibe facturas de los servicios públicos, ya sea porque viven con su familia o porque carecen de estos servicios públicos), o la presentación de los certificados de defunción de los padres fallecidos (que por lo general se conservan en los hogares en las zonas rurales).

De acuerdo con un informe sobre las conclusiones preliminares de la auditoría sobre el censo de votantes de junio de 2013 realizada por la ONG de Zimbabue Research and Advocacy Unit (RAU), más de dos millones de votantes menores de 30 años no pudieron inscribirse para votar, lo que representa un 29% de adultos con derecho de voto.

El Presidente de la central sindical Zimbabwe Congress of Trade Unions (ZCTU), George Nkiwane, comentó a Equal Times que el temor del partido ZANU-PF a los votantes jóvenes es comprensible teniendo en cuenta que sus políticas, tales como el programa de ajuste estructural (ESAP), que socavó la base industrial del país, el programa de procedimiento abreviado de reasentamiento y las leyes sobre indigenización y emancipación, que obligaron a las empresas extranjeras a ceder el 51% de sus acciones a los zimbabwenses negros sin compensación alguna, provocaron el cierre de industrias causando pérdidas masivas de empleos.

“Se dio cuenta de que ningún joven sensato votaría por el ZANU-PF si se les brindaba la oportunidad de ejercer su derecho al voto, por lo que idearon maneras de bloquear su registro. El partido sabía que los jóvenes son un grupo impaciente y muchos de ellos se frustran fácilmente abandonando el proceso de registro ante las dificultades”, afirmó Nkiwane.

Tras el colapso económico de Zimbabwe a principios de la década de los años 2000 y durante los años de represión política, se ha estimado que hasta una cuarta parte de la población (12,6 millones de habitantes) del país se ha visto obligada a vivir en el extranjero con el fin de encontrar trabajo o solicitar asilo.

Nkiwane añadió que Mugabe sabe muy bien que la mayoría de los jóvenes que se vieron obligados a trabajar en el extranjero, particularmente en Sudáfrica, desea volver a trabajar a su país, pero como sigue in haber puestos de trabajo, la única manera posible de hacerlo es con un nuevo Gobierno.

El Election Resource Centre (ERC) es una organización no gubernamental con sede en Harare que ha estado al frente de una campaña para los que votan por primera vez denominada “X1G”. Tawanda Chimhini, que trabaja como Directora de Elecciones en el ERC, señaló que el voto de los jóvenes es un voto libre por un partido político que escuche las necesidades de la juventud de Zimbabwe.

“El voto de la juventud no se define por la política, sino por los intereses de los votantes jóvenes. Están tratando de acceder a lo que no han obtenido todos estos años.

Están tratando de hacer pleno uso de su voto y la votación no se ganará con anuncios publicitarios o con una retórica vacía”, afirmó.

Responsabilidad incumplida

El analista político, Pedzisai Ruhanya, indicó que el Gobierno había fracasado en crear puestos de trabajo para los miles de titulados universitarios que salen de las aulas de Zimbabwe cada año, y que sería difícil que los jóvenes votaran por un Gobierno semejante.

“Si nos fijamos en el casi un millón de nuevos electores que lograron inscribirse como votantes, observamos que son egresados y titulados universitarios que no tienen trabajo. Ha sido el Gobierno de Mugabe el que ha presidido esta crisis económica que dio lugar a la fuga de capitales y al colapso de los servicios sociales.

“No se han dado oportunidades, y políticas tales como el programa de indigenización han causado pérdidas de empleos. Los jóvenes son un grupo informado que va a votar por un orden económico que no asuste a los inversores”, afirmó.

Pero mientras el régimen se las ha arreglado para frustrar el registro de muchos de los que votan por primera vez, el casi un millón de nuevos votantes que logró registrarse puede marcar la diferencia.

Prosper Chitambara, economista principal del Instituto de Investigación Laboral y Económica de Zimbabwe (LEDRIZ), indicó que en todo el mundo los jóvenes están clamando por el cambio, y que todo Gobierno que no escuche sus demandas está amenazado, como lo demuestran los recientes acontecimientos en Egipto, Bulgaria, Turquía y Brasil.

“Con el desempleo y subempleo actuales, los jóvenes obviamente quieren empleo ya. En realidad, hay grandes expectativas, incluso al nuevo Gobierno les resultará difícil satisfacer las demandas de los jóvenes y proporcionarles puestos de trabajo y servicios sociales”, afirmó.