Paraguay, contra el neoliberalismo y por la justicia social

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Con las actuales medidas tomadas por el gobierno de Horacio Cartes Jara, reaparece el neoliberalismo.

Lo denunció la semana pasada Fernando Lugo Méndez, ex presidente de Paraguay.

En entrevista concedida a Prensa Latina, el actual senador paraguayo dijo que el neoliberalimo, enterrado con el rechazo a la propuesta norteamericana del Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA), trata de reaparecer con nuevas propuestas.

Según Lugo, a corto plazo el actual gobierno intenta reducir al Estado a su mínima expresión, con la eliminación de algunas instituciones y la pérdida de miles de puestos de trabajo.

Está, por ejemplo, el proyecto de ley sobre el Marco Regulatorio del sector eléctrico, que tiene como propósito desmonopolizar la distribución de energía eléctrica de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE).

El ex presidente aseguró que ante un escenario de continuas protestas, el nuevo mandatario, que tomó posesión de cargo el pasado 15 de agosto, tendrá ante sí el gran desafío de los consensos, de las conversaciones y las discusiones.

La gobernabilidad del país pasa hoy por un acuerdo también con los diferentes frentes sociales y políticos de Paraguay.

El también líder del Frente Guasú, coalición de partidos y organizaciones sociales, participó en el Congreso Unitario Sindical, Campesino y Social, celebrado en días pasados en Asunción, resaltando que el sindicalismo paraguayo tiene la enorme responsabilidad y el compromiso de velar por las reivindicaciones de los grandes grupos sociales eternamente marginados por sucesivos gobiernos.

Durante el Congreso, unos desafiantes dirigentes sindicales cuestionaron el modelo neoliberal del presidente Cartes y le advirtieron a que “ya derrocaron a un gobierno”, en alusión al de Raúl Cubas Grau, en 1999.

Asunción fue sede los días 3 y 4 de setiembre de una gran movilización de protesta convocada por las principales Centrales Sindicales y la Coordinadora Central de Organizaciones Campesinas e Indígenas del Paraguay.

En esta marcha, que respaldaba el Congreso Unitario, se estima que participaron más de 14.000 personas procedentes de todo el país, además de dirigentes sindicales internacionales quienes se solidarizaron con sus pares paraguayos.

En ese marco, en diferentes ciudades se celebró la Jornada Internacional de Solidaridad con Paraguay, convocada por la Confederación Sindical de Trabajadores/as de las Américas, y en el caso específico de Sao Paulo, Brasil, una delegación sindical internacional protestó ante el consulado paraguayo en esa ciudad.

Entre las demandas de la movilización figuran el combate a la pobreza, empleo decente, reforma agraria, fijación de políticas salariales, garantía para la libertad sindical y contratación colectiva, el rechazo a las privatizaciones de empresas estatales, una política impositiva que incluya el gravamen al latifundio y la recuperación de tierras mal habidas.

Paraguay tiene una población de 6.687 millones, el 10 por ciento de la población más rica concentra el 42 por ciento de los ingresos, mientras que el 40 por ciento más pobre no percibe ni el 10 por ciento de los ingresos.

El 10 por ciento de las familias más pobres tienen un ingreso mensual promedio de cerca de tan solo 45 dólares.

Igualmente se pidió el cese de los despidos masivos, por ejemplo en las instituciones públicas como en los Ministerios de Salud, Educación, Obras Públicas y en la Empresa de Servicios Sanitarios.

Se pidió también la entrega de las riquezas de las empresas multinacionales, la industrialización de la producción agrícola y la no criminalización de las luchas sociales.

Tras la movilización, los principales líderes sindicales y sociales fueron recibidos en audiencia por el Presidente Cartes, quien estuvo acompañado por los presidentes de los poderes legislativo y judicial, que se comprometió a tratar cada uno de los pedidos de los diferentes gremios.

Sin embargo, Luis Aguayo, Secretario General de la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas, denunció que se están agilizando la liberación de los transgénicos para beneficio de los sectores agroexportadores.

Este es un sector que históricamente ocasionó graves daños ambientales y sanitarios, por la deforestación acarreada y el nivel de contaminación.

Igualmente Aguayo señaló que existe una enorme desigualdad en cuanto a la tenencia de la tierra, ya que apenas el 2 por ciento de la población detiene el 80 por ciento de las tierras y pidió al nuevo gobierno paraguayo que se enmiende esa situación.

 

Equal Times ha dedicado un informe especial a la cuestión de los pueblos indígenas y la explotación de los recursos naturales en Paraguay.