Bolivia, Alto a la violencia contra la mujer

 

Bolivia es uno de los países donde se registra los mayores índices de violencia hacia la mujer.

En el país altiplánico, un 53 por ciento de las mujeres encuestadas señalaron haber sido víctimas de violencia física.

Según la agencia de noticias Pulsar, en muchos casos se trató de agresiones leves, como empujones o bofetadas. Sin embargo, algunas también sufrieron ataques graves, como puñetazos y heridas con cuchillos o armas de fuego.

Un estudio reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que, de 12 países de la región, Bolivia ocupa el primer lugar en violencia física contra mujeres y el segundo, después de Haití, en violencia sexual.

Por esta razón, las organizaciones sindicales de mujeres campesinas de Bolivia decidieron iniciar una campaña para difundir, a nivel nacional, las leyes que las protegen de todo tipo de violencia.

Esta semana Felipa Huanca, secretaria ejecutiva de la Federación de Mujeres Campesinas de La Paz, “Bartolina Sisa”, señaló que una de las normas más importantes que difundirán es la Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia, promulgada el 9 de marzo de 2013.

La líder campesina criticó los altos índices de violencia contra la mujer que se registran en Bolivia: “No puede ser que cualquier rato una hermana aparezca muerta. Por eso vamos a comenzar con la socialización de la Ley de violencia contra la mujer”.

Huanca señaló que las autoridades bolivianas, nacionales y distritales, deben comprometerse a garantizar que se cumplan y apliquen las leyes que defienden y protegen a las mujeres.

“En eso tiene que haber un trabajo de hormiga, la ley ya ha salido, pero no sabemos quién va a hacerla cumplir, por eso se deben tomar decisiones desde las autoridades y si no hay conciencia esa ley no se va a cumplir”, expresó Huanca.

Indicó asimismo que se iniciará un trabajo de socialización desde las comunidades para adoptar determinaciones, pero también debe darse a la par en las ciudades capitales porque, por ejemplo, “en El Alto ya no hay como caminar segura”.

La policía tiene que trabajar en estrecha coordinación con las organizaciones sociales, en el campo y en la ciudad. Es necesaria una coordinación fuerte ya que, por ejemplo, “hay policías que en vez de defender a las mujeres las pegan, las maltratan, haciendo quedar mal a la institución del orden”, dijo Huanca.

En octubre, se puso en marcha también la campaña nacional “el valiente no es violento”, una iniciativa dirigida sobre todo a los hombres, que busca hacer un llamado público de prevención de la violencia.

En un reportaje del periódico boliviano La Razón, la presidenta de la Cámara de Diputados, Betty Tejada, informó que desde la aplicación de la ley contra la violencia hacia las féminas, en los municipios del país se recibe 12 denuncias de violencia hacia la mujer al día.

Tejada agregó que con la norma se implanta una “cultura de denuncia”, donde la mujer ya no se sienta intimidada por denunciar actos de violencia física o psicológica.

“Una cultura de denuncia cuando también las mujeres agredidas sientan que van a tener respuesta, una cultura sobre cómo presentar la denuncia, pues a veces son engañadas por sus malos abogados”, dijo.

Para la coordinadora residente de Naciones Unidas en Bolivia, Katherine Grigsby, “la violencia está profundamente arraigada en valores que promueven un desequilibrio de poder entre hombres y mujeres a todos los niveles de la sociedad. Si cambiamos esos valores, esos estereotipos, podremos prevenirla y erradicarla”.