Los sindicatos de Montenegro luchan contra la presión de la Cámara de Comercio Americana

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Los sindicatos de Montenegro han intensificado sus esfuerzos para combatir la propuesta del Gobierno de flexibilizar la legislación en el marco de los contratos laborales, bajo una fuerte presión por parte de empresarios locales y de la Cámara de Comercio de EE.UU.

La nueva Ministra de Trabajo Zorica Kovacevic prometió incluir a todas las partes interesadas en el proceso de consulta para “completar el texto”, y afirmó que “no hay ninguna prisa, puesto que la fecha final para su aprobación es 2017”.

Sin embargo, los sindicatos, que desde el pasado mes de marzo han intensificado su campaña, no ven necesario enmendar una legislación que ya fue modificada en 2011.

La Cámara de Comercio de EE.UU. y otras cinco organizaciones de empleadores son quienes solicitaron las enmiendas – según informan los medios de comunicación montenegrinos.

Y obtuvieron el apoyo del Primer Ministro de Montenegro, Milo Djukanovic, tras una reunión mantenida a principios de marzo con el grupo de presión americano con el objetivo de “mejorar el clima empresarial” y “eliminar los obstáculos que dificultan la actividad empresarial” en Montenegro.

El 25 de marzo, el diario montenegrino Dan resumía en una frase las principales demandas de la patronal: eliminar de la legislación laboral el artículo 25 que garantiza a los trabajadores y trabajadoras contratos indefinidos.

Los empleadores y la Cámara también quieren “limitar a tres años” la posibilidad de los trabajadores de “reclamar pagos pendientes”, posibilidad que está garantizada por la ley.

En otros países de la región, como por ejemplo en Serbia, existe efectivamente ese tipo de plazo establecido a la hora de reclamar el impago de salarios, mientras que la actual legislación laboral de Montenegro es mucho más favorable a los derechos de los trabajadores.

Los empleadores también han sugerido la abolición de “los convenios colectivos generales”, confirma el diario Dan.

Srdja Kekovic, Secretario General del sindicato Union of Free Trade Unions of Montenegro (UFTUM), declaró a dicho periódico que, desde 2011, “los empleadores, y sobre todo los inversores extranjeros encabezados por la Cámara de Comercio Americana, han estado haciendo campaña y tratando de enfocar la legislación laboral como un obstáculo para la actividad empresarial”, y han solicitado negociar con cada uno de los empleados “a puerta cerrada”.

Las enmiendas propuestas son “insostenibles” tanto con arreglo a la legislación nacional como a la legislación internacional, declara Kekovic.

Lidija Pejovic, integrante de la sección de mujeres de los sindicatos montenegrinos, ha instado a las autoridades de Montenegro a que se centren más en los empleadores abusivos, en lugar de socavar las normas del trabajo.

“Hay empleadores que obligan a sus empleados a firmar contratos laborales en blanco, sin ningún acuerdo en cuanto a la terminación del contrato, lo que les permite deshacerse más fácilmente de los trabajadores”, explica.

 

IED y normas del trabajo

La Inversión Extranjera Directa (IED) es el principal argumento al que las organizaciones de empleadores y el Gobierno recurren para justificar las enmiendas a la legislación laboral de Montenegro.

A pesar del reducido tamaño y población de 621.000 personas de este país costero, Montenegro es un destino atractivo para los inversores extranjeros en sectores como el turismo, la energía y la agricultura, declara a los periodistas Ivana Jovovic, de la Cámara de Comercio Americana en Montenegro.

Actualmente hay 40 empresas estadounidenses afincadas en Montenegro, 28 de las cuales son miembros de la Cámara.

A pesar del envío de varias peticiones por escrito a la Cámara de Comercio de EE.UU. en Montenegro, ésta no ha querido hacer ninguna declaración para este artículo.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la IED representó en 2009 un 40% del PIB de Montenegro y es “por tanto un motor clave para el crecimiento de la economía nacional”, declaró a Equal Times Antonio Graziosi, de la Oficina de la OIT para Europa Central y del Este, en una entrevista por escrito.

En su respuesta a la pregunta de Equal Times de formular sus observaciones con respecto a la influencia que ejerce la IED en las normas del trabajo en Montenegro, Graziosi escribió que “habida cuenta del peso que la IED representa para el producto interior bruto de los países de los Balcanes Occidentales, los inversores extranjeros han ejercido inevitablemente una importante influencia en el mercado laboral y en los procesos de reforma de la legislación laboral que se han llevado a cabo estos últimos años.

“Que esta influencia haya socavado en efecto los derechos de los trabajadores, es una afirmación evidentemente sujeta a la diversidad de opiniones de los interlocutores sociales y de las partes implicadas”, añade.

Conviene no obstante señalar que en Montenegro, al igual que en otros países de los Balcanes Occidentales, la legislación laboral se ha visto sometida a un proceso de “liberalización” con vistas a flexibilizar el mercado laboral, subraya Graziosi.

“Las reformas a la legislación laboral que se han llevado a cabo estos últimos años en la mayoría de los países de los Balcanes Occidentales han incluido a menudo unos criterios más rigurosos para participar en la negociación colectiva”, así como “una simplificación de los procedimientos de despido”, añade Graziosi.

 

Influencia de la Cámara

La influencia que ejerce la Cámara en las normas del trabajo ha sido denunciada en repetidas ocasiones, sobre todo en las economías emergentes.

Diversos expertos en temas laborales han formulado en Georgia quejas parecidas a las presentadas por los sindicatos montenegrinos.

Si bien es verdad que la reforma del Código Laboral de ese país del antiguo bloque soviético aportó mejoras significativas para los trabajadores, hubo una serie de ámbitos que no se regularon convenientemente, como por ejemplo los términos de los contratos de trabajo, la terminación de la actividad y las horas de trabajo.

En aquel momento se expresaron inquietudes en cuanto a la repercusión de las presiones ejercidas por la Cámara de Comercio Americana en la versión final de la legislación.

Por aquel entonces la Cámara también fue acusada por un grupo de reflexión americano, Campaign for America’s Future, de haber ejercido una influencia nefasta en las normas del trabajo a nivel mundial.

“La Cámara de Comercio de los Estados Unidos ha pasado de ser un grupo relativamente serio y favorable a la actividad empresarial, a ser una organización que rezuma cinismo y opulencia y que canjea un aspecto de legitimidad por dinero en efectivo”, dice Richard Eskow, autor del informe del grupo de reflexión, titulado The United States Chamber of Commerce: North America’s Dangerous Export.

Las prácticas de la Cámara también han sido denunciadas en una nota informativa por la Confederación Sindical Internacional (CSI).

El grupo de presión estadounidense fue abiertamente acusado de “defender el trabajo infantil” en Uzbekistán, de ejercer presión contra la protección de los trabajadores en los acuerdos de libre comercio entre EE.UU. y terceros países, y de promover la destrucción medioambiental, incluyendo su apoyo a la fracturación hidráulica.

Según cifras del Centre for Responsive Politics, se calcula que en 2013 la Cámara gastó alrededor de 75 millones USD para financiar sus actividades de presión.

En su lista de prioridades para 2015 relativas a cuestiones laborales, la Cámara declaró que “se opondrá a cualquier iniciativa para aumentar el salario mínimo y para indexar el salario mínimo con arreglo a la inflación”. Se opondrá asimismo a “las iniciativas para exigir un permiso remunerado por baja de enfermedad” y “defenderá las disposiciones favorables a los empleadores en las normas internacionales del trabajo prioritarias”.

La larga lista de prioridades de la Cámara relativas al medio ambiente y al sector de la energía son también fuente de preocupación, en particular en EE.UU. El documento estipula que la Cámara se “opondrá a las acciones administrativas y del Congreso que puedan socavar o limitar la fracturación hidráulica y su capacidad para explotar las enormes reservas de gas natural y aceite de pizarra de todo el país”.

Los sindicatos de Montenegro, que acaban de afiliarse a la Confederación Europea de Sindicatos, han anunciado que van a aprovechar toda la experiencia de sus homólogos europeos para frenar e impedir que se aplique la nueva legislación laboral.

“Si la Cámara de Comercio Americana es la que decide si una persona va a ser contratada de forma indefinida o si su trabajo anterior se va a tener en cuenta, ¿qué sentido tienen entonces nuestros servicios públicos?”, se pregunta Predrag Raznjatovic, del UFTUM.