Detenciones en la mina de Kumba: último capítulo de la saga huelguista sudafricana

 

El martes de madrugada fueron detenidos en una redada cuarenta mineros sudafricanos que habían estado ocupando una de las mayores minas del país durante casi quince días.

La huelga no autorizada se inició el 3 de octubre en la mina de Sishen, propiedad de Kumba Iron Ore y ubicada en la provincia del Cabo Norte, cuando 300 trabajadores se negaron a seguir trabajando y exigieron 15.000 R más (unos 1.714 US$) de salario.

Según un portavoz de la policía, los trabajadores se habían colocado en uno de los vertederos de la mina y confiscado equipos pesados por un valor de 3,3 mil millones de R (375 millones de US$), incluidos 88 camiones de carga.

El pasado fin de semana, los huelguistas en la mina de mineral de hierro más grande de África recibieron un ultimátum para que abandonaran el recinto, dejaran el equipo confiscado y se presentaran a una audiencia disciplinaria el lunes por la mañana.

Como se negaron, Kumba – una filial del grupo Anglo American – despidió a los 300 trabajadores. A primera hora de la mañana del martes, un grupo de 200 policías, agentes de seguridad de la mina y agentes de los servicios de emergencia participaron en una operación para detener a los 40 huelguistas que resistían.

Cuando se publicó este artículo, siete empleados de Kumba, que estaban protestando contra las detenciones en el exterior de una comisaría local de policía, sufrieron heridas leves tras chocar con la policía.

Actualmente, los trabajadores se enfrentan a seis acusaciones penales, incluidos extorsión, robo, daños intencionados a bienes y desacato al tribunal.

Representantes de Kumba denunciaron ante los periodistas que las huelgas habían costado a la empresa 120. 000 toneladas de mineral de hierro y aproximadamente 14 millones de US$ por cada día que la mina estuvo cerrada.

El Sindicato Nacional de Mineros (NUM) emitió un comunicado el martes tras el anuncio de las detenciones.

“Siempre hemos alentado a los trabajadores a que salgan de la mina, pues no aprobamos estas medidas ilegales”, señaló Lesiba Seshoka, portavoz del NUM.

“Sin embargo, los despidos serán problemáticos, en especial ahora que nos acercamos al período vacacional”.

“Queremos que se reanuden las negociaciones salariales para abordar realmente las demandas de los trabajadores, cosa que no sucedió en las negociaciones de la semana pasada”.

Durante los últimos dos meses, Sudáfrica ha tenido que sufrir oleada tras oleada de huelgas.

Desde que la policía mató a 34 huelguistas en una protesta de trabajadores de la mina de platino de Marikana (gestionada por el gigante minero Lonmin, con sede en Londres), se calcula que entre 80.000 y 100.000 mineros de todo el país se han declarado en huelga.

Aunque la mayor parte de las huelgas no están autorizadas, todos los huelguistas exigen mejores salarios, así como mejores condiciones laborales y de vida.

Sin embargo, las huelgas se están extendiendo a otros sectores.

A finales de esta semana, unos 200.000 trabajadores/as municipales – dos tercios del total del sector – harán huelga para protestar contra la corrupción oficial y los bajos salarios.

Asimismo, el viernes pasado miles de camioneros dieron por finalizada la huelga de dos semanas tras alcanzar un acuerdo salarial.

El miércoles, el presidente sudafricano Jacob Zuma organizó una reunión a puerta cerrada con líderes empresariales y sindicales (como el secretario general del COSATU Zwelinzima Vavi y el ministro de economía Pravin Gordhan) para intentar encontrar una solución a meses de conflictos laborales.

Sin embargo, en el sector minero las huelgas siguen en pie.

La producción sigue parada en la mina de platino del grupo Anglo American en Rustenberg después del despido de 12.000 trabajadores.

Ellos simplemente pedían un aumento salarial, gracias al cual su salario mensual hubiera ascendido a 16. 000 R (aproximadamente 1.840 US$).