Somalia celebra un hito político gracias a su nuevo gabinete ministerial

 

El progreso continuado de Somalia hacia la paz y la estabilidad ha conseguido otro importante avance esta semana con el anuncio de la formación de un nuevo gabinete.

Este gabinete es consecuencia de las elecciones celebradas en septiembre, las primeras elecciones libres del país desde que el dictador Siad Barre tomó el poder en 1969.

El domingo, el primer ministro Abdi Farah Shirdon Saaid anunció la formación del nuevo gabinete de Somalia, formado por diez ministros.

Por primera vez en la historia del país, el gabinete incluye a dos mujeres, una de las cuales es Fowsiyo Yusuf Haji Adan, que ya es la primera Ministra de Asuntos Exteriores de la historia de Somalia.

Adan, originaria del Estado autoproclamado de Somalilandia, declaró tras su nombramiento:

“Este gabinete constituye un triunfo para Somalia y para las mujeres somalíes. Además, anuncia una nueva era política”.

Adan estará acompañada por otra mujer: Mariam Qassim Ahmed, a la que han nombrado Ministra de Desarrollo y Asuntos Sociales.

Se trata del mismo cargo que ocupó anteriormente en el Gobierno de transición de Sheikh Sharif Ahmed, el anterior presidente somalí.

 

Elecciones

En septiembre, Somalia eligió como presidente a Hassan Sheikh Mahamud, un antiguo rector de universidad de 56 años.

Fue la primera vez en más de cuarenta años que los somalíes pudieron elegir a un líder, lo cual puso fin a ochos años de gobierno transicional.

Asimismo, muchos consideran estas elecciones como el anuncio de un nuevo capítulo en un país que a menudo se presenta como “el estado más fallido del mundo”.

Somalia se hundió en una guerra civil en 1991, cuando una coalición de clanes armados derrocó a Barre.

Sin embargo, la lucha por el poder entre las diversas facciones se convirtió rápidamente en un conflicto que provocó otra guerra todavía activa que se ha cobrado, según los cálculos, un millón de víctimas.

En los últimos tiempos, grandes zonas de Somalia, en especial la capital (Mogadiscio), han gozado de una relativa paz y estabilidad.

Por tanto, numerosos refugiados somalíes que vivían en la diáspora [más de un millón de personas], así como desplazados internos [más de 1,3 millones de personas] han regresado a casa para contribuir al nuevo desarrollo de Somalia.

Aún así, el grupo islamista Al-Shabab, vinculado a Al-Qaeda, sigue controlando gran parte del sur y el centro de Somalia y ha perpetrado numerosos atentados suicidas en Mogadiscio desde que el año pasado les expulsara de la ciudad una coalición de tropas de la Unión Africana y fuerzas progubernamentales.

La semana pasada, Warsame Shire Awale, uno de los humoristas y dramaturgos más queridos del país y un conocido crítico de Al-Shabab, fue asesinado a tiros en la capital.

 

Clanes

La formación de Gobierno en Somalia se determinaba antes mediante un sistema tradicional de reparto de poder que se conoce popularmente como ‘la fórmula 4,5’ [los 475 diputados del país se designaban de forma proporcional: un escaño para cada uno de los cuatro principales clanes y 0,5 para la coalición de clanes minoritarios].

El consejo de ancianos somalíes acordó aplicar la fórmula 4,5 para intentar encontrar una solución duradera a la incesante lucha por el poder entre los diversos clanes del país.

Los cuatro clanes más grandes y poderosos de Somalia – Hawiye, Darood, Diir y Rahanweyn (Digil y Mirifle) – compartían los tres principales cargos del Gobierno de transición (el presidente, el presidente del Parlamento y el primer ministro), mientras que a los representantes de los clanes minoritarios les otorgaban cargos menos importantes en el Gobierno.

Sin embargo, como ahora el Gobierno solo tiene diez cargos ministeriales, no todos los clanes están representados.

Por tanto, el presidente Mahamud no tardó en señalar que este hecho no se debía traducir como un desaire, sino como un intento para “salvar a Somalia”.

"Aquellos [sub]clanes que no aparecen en la lista deberían saber que no se les odia ", explicó a los periodistas el domingo en una conferencia de prensa.

Incluso el primer ministro Saaid tiene un objetivo específico que consiste en acabar con el nepotismo y la rivalidad entre los clanes.

La mayoría de los somalíes está cansada tras décadas de combates y ansiosa por tener un Gobierno federal fuerte.

Sin embargo, el nuevo gabinete se enfrenta a numerosos retos, como la corrupción generalizada, el subdesarrollo crónico como resultado de varias décadas de conflicto, las continuas amenazas de violencia y la enorme tasa de desempleo.