El sueño africano se convierte en una pesadilla futbolística

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El 19 de enero, gracias al inicio de la Copa Africana de Naciones, el talento futbolístico del continente será el centro de la atención mundial.

Sin embargo, no todos los jóvenes futbolistas africanos tienen la oportunidad de convertirse en grandes estrellas como Didier Drogba o Emmanuel Adebayor.

 

Miles de futbolistas adolescentes (normalmente de edades comprendidas entre los 14 y los 16 años) han sido víctimas de agentes deportivos sin escrúpulos y a menudo no registrados que les prometen contratos en Europa a cambio de miles de dólares en concepto de comisiones de contratación.

Con demasiada frecuencia, dichos agentes no tienen ningún tipo de relación con los equipos para los que aseguran trabajar.

Sin embargo, las familias africanas (desesperadas por ofrecer a sus hijos una mejor vida) no lo saben y venden sus tierras de labranza y sus negocios o piden aplastantes préstamos para poder pagar las comisiones.

Una vez cobran, los agentes desaparecen y abandonan a los jóvenes futbolistas sin dinero, sin visado, sin perspectivas laborales y sin modo alguno de regresar a sus hogares.

Foot Solidaire es una ONG con sede en París que ayuda a jóvenes futbolistas africanos abandonados en Europa.

Fue fundada por Jean-Claude Mbvoumin, antiguo jugador camerunés de la liga juvenil internacional de fútbol, quien afirma que a pesar de todo lo que se ha hecho para sensibilizar al público sobre este asunto, el tráfico de jugadores es peor que nunca.

“Hemos creado un sitio web que ofrece a los jóvenes jugadores información sobre el peligro que representan los agentes falsos y el tráfico de personas.

Los [jóvenes] jugadores deberían sacar provecho del nuevo sitio web para mantenerse alejados de estos individuos”.

“Asimismo, ofrecemos información de contacto a los jóvenes, sus padres y al público en general para que denuncien los abusos o el supuesto tráfico de personas”, añadió el señor Mbvoumin.

 

Agentes falsos

Mamman Doko, un futbolista de 17 años que jugaba en los Ebanshin Rangers en Minna (norte de Nigeria), fue víctima de uno de estos agentes falsos.

Como relató a Equal Times, en enero del 2011 le ofrecieron un puesto en la plantilla de un equipo de la liga maltesa, gracias a un acuerdo negociado por un agente deportivo sueco.

El señor Doko aseguró haber representado al equipo en varios partidos, aunque nunca le pagaron ni le dieron un contrato para que lo firmara antes de ser despedido.

Aunque oficialmente le echaron del equipo porque le consideraban un jugador ‘de calidad inferior’, opina que el verdadero motivo fue que había exigido un contrato laboral.

“[El agente] me aseguró que recibiría el contrato y dinero al llegar a Malta”.

“Viajé desde Nigeria pagando de mi bolsillo, solo para que el propietario del equipo y el agente me engañaran”.

Mamman Doko rechaza la idea de que le despidieran por ser un jugador ‘de calidad inferior’.

“El despido me pilló por sorpresa. A mis compañeros del equipo también les sorprendió. Si hubiera jugado mal, me habrían echado tras un par de partidos.

Pero todo era porque no querían pagarme nada”.

“No me dieron ni un céntimo. Me dejaron tirado, sin dinero para comer ni para un techo y sin poder volver a mi país, ya que mi visado de tres meses había caducado. Tuve que realizar trabajos mal remunerados para salir adelante”, denunció.

 

Tráfico de personas

Finalmente, Mamman Doko consiguió regresar a Nigeria gracias a que unos amigos le ayudaron económicamente.

Ahora juega en un equipo chipriota.

No obstante, su historia revela lo que sufren muchos futbolistas africanos (y cada vez más sudamericanos y del este de Europa) a manos de agentes fraudulentos.

Según los informes, cada año unos 4.000 jóvenes futbolistas llegan engañados a Europa.

Foot Solidaire ha ayudado a cientos de jóvenes abandonados a regresar a sus casas, pero Mbvoumin calcula que cada semana tienen que hacer frente a un mínimo de 20 nuevos casos, algunos de los cuales afectan a jugadores de tan solo 12 o 13 años.

“Es una gran tragedia. Debido a la pobreza, todo el mundo quiere abandonar África para hacer realidad sus sueños”, explicó a la BBC el señor Mbvoumin.

“Sin embargo, se trata de un asunto político que hay que apoyar con medidas de presión en todo el mundo”.

“La ONU y algunas organizaciones de derechos humanos nos han ofrecido mucho apoyo, pero ahora también tenemos que obtener el de la FIFA”.