Informe de la ONU pide acciones urgentes respecto al desempleo

 

En vísperas del Foro Económico Mundial en Davos, la OIT ha publicado una edición especial de su informe anual Tendencias Mundiales del Empleo, que confirma el panorama sombrío previsto hasta la fecha.

Cinco años después del inicio de la crisis financiera, el crecimiento mundial se ha ralentizado y el desempleo está una vez más en aumento, con cerca de 197 millones de personas que se quedaron sin empleo en 2012.

El desempleo se ha incrementado en 4 millones más durante los últimos 12 meses y otros 5,1 millones de personas podrían perder su empleo en 2013.

Esta tendencia ha sido confirmada también por el informe Perspectivas Económicas Mundiales, del Banco Mundial, publicado el 15 de enero, donde las previsiones de crecimiento se redujeron del 3,0 por ciento al 2,4 por ciento para 2013

En lo que respecta al empleo, los jóvenes siguen siendo los más afectados por la crisis, teniendo en cuenta que alrededor de 73,8 millones de jóvenes de menos de 24 años no tienen trabajo.

Pese a que la tasa de desempleo se había incrementado ya situándose en un 12,6 por ciento en 2012, se estima que aumentará aún más en los próximos cuatro años, hasta alcanzar el 12,9 por ciento.

Las características más preocupantes de esta crisis guardan relación con el desempleo juvenil de larga duración, que ha alcanzado actualmente el 35 por ciento, algo que no había sido constatado durante las contracciones cíclicas anteriores, y en cuanto al creciente número de jóvenes que ha perdido la motivación y ha abandonado el mercado de trabajo.

Este fenómeno resulta particularmente evidente en los países de Europa Occidental, donde el 12,7 por ciento de los jóvenes con edades comprendidas entre los 16 y los 24 ni trabaja, ni estudia ni sigue una formación – los denominados ‘ni-nis’.

Aunque las cifras publicadas no hacen sino confirmar las tendencias ya anunciadas en ediciones previas del informe, la OIT reitera su llamamiento a los líderes políticos para que adopten medidas adicionales y diferentes para promover el crecimiento de la economía y crear nuevos empleos permanentes.

Las principales áreas de acción propuestas por la agencia de la ONU para los derechos laborales guardan relación con diversas medidas.

Desde hacer frente a la incertidumbre para incrementar las inversiones y la creación de empleo, particularmente en los países desarrollados, a estímulos coordinados dirigidos a la demanda mundial y la creación de empleo.

Desde abordar los desajustes en el mercado de trabajo, en cuanto a la oferta y la demanda de competencias y ocupaciones, a prestar especial atención y adoptar políticas orientadas a combatir el desempleo juvenil de larga duración.

En particular, la OIT hace un llamamiento a los responsables de la formulación de políticas a nivel global y a organismos internacionales como el G20 y la UE a armonizar mejor y coordinar sus políticas entre países vecinos, a fin de “reequilibrar el crecimiento y fomentar motores del crecimiento multipolares”.

La OIT siempre se ha mostrado bastante crítica respecto a la incoherencia entre las políticas monetarias y fiscales adoptadas para resolver los problemas de la deuda, en particular en la zona euro, así como la indecisión de los responsables de la formulación de políticas.

Esto, señala el informe, ha reforzado la tendencia de las empresas a aumentar los excedentes de efectivo o pagar dividendos, en lugar de invertir en capacidad de producción y crear nuevos puestos de trabajo.

El llamamiento de la OIT no podía ser más oportuno, teniendo en cuenta que la reunión anual en Davos ofrece a la comunidad empresarial y financiera una ocasión de mostrar sus cartas al fijar sus demandas a los Gobiernos para el transcurso del año.

Un informe publicado por el Consejo de la Agenda Global sobre Empleo del Foro Económico Mundial, pide ya a los Gobiernos que asignen los recursos adecuados para aplicar programas activos del mercado de trabajo que resulten rentables, el establecimiento de pisos de salario mínimo para prevenir la deflación salarial, así como invertir en infraestructura y apoyar la transición a una economía baja en carbono, y facilitar el acceso a créditos para promover el crecimiento de pequeñas y medianas empresas.

Estas propuestas se acercan mucho a las reivindicaciones sindicales. Una delegación internacional de sindicalistas pedirá que se adopte en Davos un plan para el empleo.

“Las instituciones financieras internacionales y los Gobiernos siguen promulgando las mismas políticas de siempre, mientras que el número de desempleados sigue en aumento.

¿Qué es lo que hará falta para que los políticos planten cara a la realidad que reflejan las cifras – que sus políticas económicas están fracasando?”, manifestó Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.