“¿De dónde vienen los puestos de trabajo?”

 

“¿De dónde vienen los puestos de trabajo? La principal preocupación consiste en generar suficientes puestos de trabajo, pero sin olvidar la calidad de los mismos”.

En su discurso de apertura de la ‘Cumbre sobre el Mundo del Trabajo’, el director general de la OIT, Guy Ryder, afirmó que esta había sido la pregunta que más le habían formulado durante la 102ª Conferencia Internacional del Trabajo (CIT), que se celebró en Ginebra durante las últimas dos semanas.

 

La cumbre, un debate de alto nivel sobre cómo recuperar la confianza en los puestos de trabajo y el crecimiento, se celebró en los últimos días de la CIT y en ella participaron cuatro oradores: Sharan Burrow, secretaria general de la Confederación Sindical Internacional (CSI); Carlos Lopes, secretario ejecutivo de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para África; el profesor Yves Flückiger, vicerrector de la Universidad de Ginebra; y Daniel Funes de Rioja, vicepresidente ejecutivo de la Organización Internacional de Empleadores (OIE).

Como la OIT se está preparando para celebrar su centenario en 2019, los participantes también analizaron cómo podría contribuir este organismo al nuevo panorama laboral.

Sin embargo, la cuestión fundamental sigue siendo: ‘¿cómo podemos ayudar al crecimiento y crear más puestos de trabajo?’.

Según el profesor Flückiger “tiene que haber un equilibrio entre la necesidad de ganar salarios decentes y la garantía de que estos no sean tan elevados como para que los trabajadores queden fuera del mercado laboral por su alto coste”.

Al frente de una organización que representa a 175 millones de trabajadores en 156 países, la señora Burrow rebatió el argumento del señor Flückiger:

“Nosotros decimos a los empleadores: claro que no quieren que los trabajadores queden fuera de los mercados laborales por su alto coste, pero si no les pagan un salario con el puedan vivir, estarán poniendo en riesgo sus negocios”.

Asimismo, pidió “soluciones radicales” debido al fracaso de las medidas de austeridad y puso como ejemplos la inversión en infraestructura y la focalizada en los puestos de trabajo.

Además, la señora Burrow destacó que cualquier negocio sostenible necesita contar con unos niveles mínimos de protección social, salarios mínimos y derechos laborales.


Desempleo juvenil

El desempleo juvenil también fue un tema clave en el discurso que el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, pronunció el viernes en la CIT.

Se espera que en 2013 estén sin trabajo 73,4 millones de jóvenes de todo el mundo (o el 12,6% de todos los jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y los 29 años), 3,5 millones más que en 2007.

Esta situación es especialmente grave en Europa, donde la tasa de desempleo juvenil asciende a más del doble que la de los adultos (del 23,3% y el 9,3%, respectivamente, en el cuarto trimestre de 2012).

“La financiación de la economía es, junto con el desempleo juvenil, el principal tema de nuestra próxima cumbre del Consejo Europeo”, explicó el presidente, tras hacer hincapié en que el Consejo ya había asignado una cantidad destacable de fondos europeos para ayudar a más de 800.000 jóvenes en los ochos países más afectados de Europa.

Asimismo, afirmó que todos los países de la UE ya habían suscrito la Garantía Juvenil, que promete a todo joven europeo una buena oferta de empleo, educación o capacitación antes de que se cumplan cuatro meses después de haber acabado la escuela o quedarse en paro.

 

“Resultados positivos”

Todos los años, durante la CIT, los mandantes tripartitos de la OIT (es decir, los representantes de 185 gobiernos, empleadores y trabajadores de todo el mundo) analizan 25 de las peores violaciones de derechos laborales del mundo.

El año pasado, el debate se suspendió por primera vez desde la fundación de la OIT en 1919, ya que los empleadores se opusieron a la idea de que el derecho de huelga fuera uno de los derechos laborales fundamentales, un asunto que se planteó en algunos casos y que están analizando los organismos de supervisión de la OIT.

Este año, los 25 países fueron Honduras, Irán, Kenia, Uzbekistán, Pakistán, Paraguay, República Dominicana, Senegal, Suazilandia, Chad, Turquía, Zimbabue, Arabia Saudí, Bangladesh, Bielorrusia, Camboya, Canadá, Corea, Egipto, España, Fiji, Grecia, Guatemala, Malasia y Mauritania.

Según el director de derechos humanos y sindicales de la CSI, Stephen Benedict, que asistió a todas las sesiones, hubo algunos “resultados positivos”.

“En toda una serie de casos, la CIT nos ofrece la oportunidad de estar actualizados sobre la situación a la que se enfrentan nuestros colegas de todo el mundo. En Guatemala, por ejemplo, cuando nuestros colegas llegaron a la CIT nos enteramos de varios problemas nuevos, incluidos varios despidos arbitrarios en el departamento de Jalapa”, explicó el señor Benedict a Equal Times.

“Otros abarcaron desde los casos en que la violación de los derechos de los trabajadores en países como Guatemala y Suazilandia ha tenido un profundo impacto en la vida de los trabajadores, hasta los casos relacionados con la crisis, como el ataque a la negociación colectiva en Grecia o las políticas económicas en España”.

Cuando le preguntamos si estaba satisfecho con las conclusiones de las sesiones, el señor Benedict respondió: “Como en cualquier proceso de negociación, rara vez conseguimos todas las conclusiones que queremos, pero siempre nos vamos a casa con más de lo que vinimos”.

La situación en Fiji fue uno de los casos más importantes que se debatieron la semana pasada.

A pesar de la “actitud bastante arrogante” del Gobierno de Fiji en el plenario, se concluyó que el caso de este país debía incluirse en un párrafo especial de la conferencia de este año, lo cual fue descrito por el señor Benedict como “una verdadera calificación de infamia”.

El siguiente paso debe ser que el Gobierno permita regresar a Fiji a la misión de la OIT rechazada a principios de año para ayudar a armonizar las leyes del país con los convenios de la OIT que ya ha ratificado, en especial el convenio 87 sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación. Este paso debe lograrse antes de octubre.

“En el caso de Paraguay, los trabajadores, empleadores y varios representantes gubernamentales manifestaron un amplio consenso para que el asunto [de los pueblos indígenas] en la región de El Chaco se aborde con mucho empuje y dinamismo”.