Cooperativismo de plataformas y negociación colectiva de los algoritmos desde el sur global

Cooperativismo de plataformas y negociación colectiva de los algoritmos desde el sur global

El cooperativismo de plataformas no solo representa un modelo alternativo de empleo, sino una visión esperanzadora para la construcción de un mundo laboral más equitativo y participativo en la era digital. En la imagen, trabajadores de plataformas de reparto de comida se manifiestan en San Pablo (Brasil) el 25 de julio de 2020 por un trabajo decente.

(Gustavo Basso/NurPhoto via AFP)

En los últimos años, el modelo de capitalismo de plataformas se ha extendido y aplicado por todo el mundo, intensificando el contexto de precarización, informalidad y deslocalización de las relaciones laborales, lo que ha generado una necesidad de ofrecer alternativas que contrarresten la instrumentalización de tecnologías emergentes para sobreexplotar a los trabajadores.

En este contexto, el cooperativismo de plataformas se presenta como una alternativa viable, puesto que utiliza las nuevas tecnologías como herramientas para el bienestar de los trabajadores, y no para explotarlos mediante mecanismos de control por sistemas de gestión algorítmica. Este modelo de asociativismo laboral fusiona los principios cooperativos con los de la tecnología de plataformas, buscando desarrollar iniciativas más justas, sostenibles y solidarias en el ámbito de las relaciones de trabajo en una economía cada vez más digitalizada y automatizada.

El cooperativismo de plataformas abarca diversos modelos organizativos, desde cooperativas de productores hasta cooperativas multi-stakeholder (de partes interesadas) y de datos, basando sus actividades en principios como los de la centralidad humana, la transparencia algorítmica y la explicabilidad por medio de la construcción colectiva, participativa y democrática en el diseño de los sistemas de inteligencia artificial (IA) aplicados a los procesos productivos.

El diseño justo aplicado a los sistemas de gestión algorítmica es uno de los principios orientadores de ese modelo asociativo. Los trabajadores participan en el proceso de programación y entrenamiento de las herramientas de asignación de tareas, evaluación de desempeño y gerenciamiento cooperativo.

El concepto de cooperativismo de plataformas fue propuesto inicialmente por el profesor Trebor Scholz, algunos años antes de que ese modelo hubiera alcanzado el reconocimiento en foros internacionales. Desde 2014, Scholz, de la Universidad New School de Nueva York y asociado al Berkman Klein Center de la Universidad de Harvard –un centro de estudios sobre internet y sociedad–, ha contribuido a conceptualizar y popularizar sus prácticas como líder del Consorcio Cooperativo de Plataforma –un espacio digital dedicado a apoyar el establecimiento, crecimiento y conversión de cooperativas de plataforma–.

La sistematización de las experiencias mapeadas en distintas partes del mundo ha resultado en la elaboración y publicación del libro Own this! How Platform Cooperatives Help Workers Build a Democratic Internet (¡Sé dueño de esto! Cómo las cooperativas de plataforma ayudan a los trabajadores a construir un internet democrático). La obra, publicada en 2023, presenta el panorama del cooperativismo de plataforma y sus posibilidades basadas en casos encontrados en diversos continentes.

A través del análisis de ejemplos reales exitosos, como Up&Go (una cooperativa de trabajo doméstico) y Drivers Co-operative (una cooperativa de transporte por aplicación), el estudio demuestra que las cooperativas de plataformas ofrecen una distribución más equitativa de valores, remuneraciones justas, mayor transparencia y seguridad algorítmica, así como la garantía de estándares de derechos enmarcados en la agenda de trabajo decente.

Buenas prácticas del cooperativismo de plataformas desde América Latina

Desde la perspectiva del sur global, el florecimiento del cooperativismo de plataformas ha demostrado ser un catalizador clave para el futuro del trabajo y como alternativa a los modelos que amplían el cuadro estructural de la informalidad y sus dinámicas de precarización de las relaciones laborales.

En el caso de Brasil, el cooperativismo de plataformas se ha consolidado como un modelo innovador que prioriza la equidad, la transparencia y la participación, estableciendo un puente hacia una economía digital inclusiva, creativa y transparente.

Uno de sus ejemplos más conocido es la AppJusto, una plataforma de conductores fundada en 2020 en la ciudad de Araraquara, que, en contraposición al modelo de uberización, optó por un sistema en el cual los principios del cooperativismo se realizan mediante la distribución justa y equitativa de los valores recibidos por viaje ejecutado.

El reembolso del valor del viaje al conductor es del 95% sobre lo que paga el usuario, a diferencia de otras aplicaciones comerciales que llegan a reembolsar menos del 60%. El restante 5% recaudado por la cooperativa se utiliza para sostener la plataforma, así como para ofrecer un soporte humanizado a usuarios y conductores.

AppJusto tiene todos los elementos de gestión cooperativa y, a su vez, está vinculada a una política pública municipal de desarrollo local. Una característica marcante de esta iniciativa de cooperativismo de plataforma es la transparencia al mantener el código de la aplicación abierto, asegurando la participación y el acceso a datos por los usuarios y asociados.

Otra experiencia brasileña que merece destaque es el de Señoritas Courier, un servicio de entrega en bicicleta realizado exclusivamente por mujeres cis y personas transgénero. Con decenas de trabajadoras, la iniciativa, generada durante el periodo de la pandemia de covid-19, ha sido retratada en un documental. Las entregas de la cooperativa abarcan toda la ciudad de San Pablo y se realizan únicamente con cita previa.

Fundado en 2017, el emprendimiento es una iniciativa que encontró en el servicio de entregas una oportunidad para ofrecer servicios de reparto de manera sostenible, feminista y diversa, con condiciones laborales justas, marcando un contrapunto a los sesgos de género presentes en la economía digital.

De acuerdo con una investigación realizada por el Centro Brasileño de Análisis y Planificación (Cebrap) y la Asociación Brasileña de Movilidad y Tecnología (Amobitec), actualmente hay más de 1,6 millones de personas trabajando como conductores o repartidores de aplicaciones en Brasil. De estos, solo el 5% son mujeres.

En México, el proyecto cooperativo Thlok Ciclo-logística realiza envíos y entregas exclusivamente por bicicleta ofreciendo sus servicios a personas y empresas. Este proyecto cuenta con la colaboración de CoopCycle, una federación de cooperativas presente en 16 países. La iniciativa mexicana también posee una tienda web y una aplicación móvil para comercio electrónico.

CoopCycle, por su parte, es una federación de cooperativas fundada en Europa y administrada democráticamente por las iniciativas integrantes de su red. En diciembre de 2021, se fundó la CoopCycle Latinoamérica que, además de México, también está presente en Argentina, Chile y Uruguay.

Por medio de una herramienta completa de gestión algorítmica de ciclo-logística con código abierto, CoopCycle permite a las cooperativas vinculadas a la red administrar sus entregas y, a los clientes, acceder al servicio. El software está protegido por una licencia de reciprocidad, que reserva su uso a las cooperativas.

Cooperativismo y sindicalismo de plataformas desde el sur global

El cooperativismo de plataformas no solo ha surgido de la convergencia entre la innovación tecnológica y los principios cooperativos, sino también como respuesta a las demandas de trabajadores precarizados que, de forma asociativa, buscan generar procesos participativos y democráticos en la programación de las herramientas de gestión algorítmica.

Las prácticas cooperativistas para la programación, entrenamiento y gestión algorítmica se proyectan más allá de los trabajadores plataformizados abarcando a todos aquellos que están o estarán, en mayor o menor medida, bajo la relación de subordinación algorítmica en el ambiente laboral.

En ese sentido, el intercambio de buenas prácticas de diseño algorítmico justo aplicadas en las cooperativas de plataformas se incorpora, gradualmente, en la agenda del movimiento sindical para poner la gestión algorítmica sobre la mesa de negociación colectiva de otras categorías de trabajadores.

La negociación colectiva de los algoritmos es y será, cada vez más, un elemento clave para el movimiento sindical a fin de garantizar estándares de protección de derechos de la clase trabajadora.

Asimismo, aunque se pueda avanzar en el reconocimiento del derecho a la negociación colectiva de los algoritmos en los sistemas de gestión por automatización, permanecen interrogantes sobre cómo y dónde buscar ejemplos de procesos de programación compartida, participativa y democrática en los que los trabajadores asumen los roles de programadores y usuarios de los sistemas de inteligencia artificial, observando y transmitiendo los principios del diseño justo y para garantizar los derechos a la equidad y no discriminación en la aplicación de los sistemas de IA.

La respuesta puede estar en el intercambio del movimiento sindical con el de cooperativismo de plataformas.

La red de redes del cooperativismo de plataformas

A raíz de la eclosión de iniciativas productivas del cooperativismo de plataformas, una serie de observatorios e instituciones académicas se han lanzado a su mapeo, lo que posibilita visualizar unos marcos comunes y la formación de redes intercooperativas en distintas partes del mundo.

La cooperación con organizaciones sindicales y el impulso de circuitos locales de producción y consumo, así como la economía circular, consolidan el enfoque integral y sostenible del cooperativismo de plataforma.

Las experiencias participativas en la programación de sistemas de gestión algorítmica permiten que los trabajadores influyan en el diseño y la implementación de algoritmos, fomentando un enfoque más democrático y equitativo en la toma de decisiones de los sistemas de inteligencia artificial. Principios como los de autogestión y democracia en el trabajo se consolidan por medio de prácticas de soberanía digital y autonomía tecnológica con base al modelo cooperativo.

La transparencia en la construcción de la programación algorítmica, en ese caso, no solo trata de revelar el código fuente de los sistemas de IA, sino también de involucrar a los trabajadores en la toma de decisiones algorítmicas como un pilar para garantizar la equidad y la participación activa en todas las escalas de aplicación de las herramientas digitales.

Frente a las macrotendencias de eliminación de puestos de trabajo y creciente precarización y deslocalización laboral generadas por las nuevas tecnologías y su instrumentalización para intensificar y sofisticar las dinámicas de explotación del trabajo vía herramientas de gestión y subordinación algorítmica, es necesario buscar iniciativas que caminen hacia otro sentido.

Otro mundo posible pasa, necesariamente, por identificar y difundir estas prácticas y experiencias que han logrado combinar el progreso tecnológico con la aplicación de principios como la centralidad humana, la solidaridad y la transparencia.

El cooperativismo de plataformas, en ese contexto, no solo representa un modelo alternativo de empleo, sino una visión esperanzadora para la construcción de un mundo laboral más equitativo y participativo en la era digital.