Dos años después de la revolución que derrocó a Hosni Mubarak, la democracia sigue sin ser una realidad en Egipto.
Los sindicatos independientes están reprimidos; los niños de la calle son arrestados y torturados; las mujeres que se manifiestan son agredidas; y las voces disidentes son acalladas.
Índice:
- La OIT debe apoyar la lucha de los trabajadores egipcios por la libertad
- Las fuerzas de seguridad detienen y torturan a niños
- No existe la libertad de prensa
- Las mujeres dicen “basta” de violencia en la plaza Tahrir
Este artículo ha sido traducido del inglés.