El trabajo infantil en Jordania no es ningún juego de niños

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Wissam tiene casi catorce años. Trabaja como electricista en un taller mecánico y le molesta cuando le dicen que es ‘un niño’.

Mientras observa un programa sobre trabajo infantil en la televisión, sonríe con sorna y afirma que abandonar la escuela fue la única opción que le quedaba para paliar la pobreza que sufre su familia.

Incluso llega a burlarse de los tertulianos que analizan el fenómeno del trabajo infantil en la televisión.

“No te puedes fiar de ellos”, añade. “Visten ropa cara, están sentados en salas con aire acondicionado y fuman cigarrillos caros”.

Nunca han vivido la pobreza ni el hambre. Entonces, ¿cómo pueden hablar del tema?

Como a muchos niños en Jordania, la pobreza le robó su niñez. A una corta edad tuvo que sustituir su uniforme del colegio por un mono de trabajo.

Según el último censo, la fuerza laboral total en Jordania asciende a 1,2 millones de trabajadores/as, de los cuales 33.000 son niños/as.

Sin embargo, otros análisis sugieren que la cifra real supera los 50.000 niños/as.

El miércoles, los jordanos acudirán a las urnas para participar en las elecciones parlamentarias del país.

Los activistas de los derechos humanos están esperando para ver cómo el poder legislativo jordano abordará el tema del trabajo infantil.

Sin embargo, la realidad sobre el terreno (tanto la demanda de mano de obra barata como las condiciones socioeconómicas que obligan a los niños/as a trabajar) deja claro que cualquier cambio jurídico tardará tiempo en convertirse en una práctica establecida.

 

El sostén de la familia

Wissam explica con orgullo que solo tenía nueve años cuando empezó a trabajar en un taller en Amán, la capital jordana.

Como era el único chico de una familia compuesta por cuatro mujeres y un padre discapacitado, no le quedó otra que convertirse en el sostén de su familia cuanto antes.

Tras casi cinco años de duro trabajo, Wissam fue capaz de dominar su oficio, aunque no siempre le trataron bien.

Cuando le preguntamos si había sufrido algún abuso, no pareció entender lo que el término significaba.

Después de explicárselo, insistió en que su empleador le había tratado muy bien y que su salario mensual de 170 dinares jordanos (240 US$) estaba bien, incluso si sus colegas mayores de edad reciben más dinero por realizar tareas similares.

Más tarde mencionó que su empleador solía golpearle cuando cometía algún error, pero las palizas se redujeron a medida que iba dominando su trabajo.

 

La realidad

Muchos informes académicos y de sindicatos se centran en el hecho de que los niños trabajadores se enfrentan a malos tratos físicos, psicológicos e incluso a abusos sexuales, además de sufrir unas duras condiciones laborales, como largas jornadas de trabajo, tareas que exigen un gran esfuerzo físico y salarios bajos.

El artículo 32 de la Convención sobre los derechos del niño, ratificada por Jordania, establece que: “Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social”.

El Centro Nacional de Medicina Forense no confirma oficialmente los casos de niños víctimas de abusos en el trabajo ni hace públicas las cifras relacionadas con este tema.

Sin embargo, un estudio llevado a cabo por el Dr. Hani Jahshan (un experto internacional en temas de violencia y medicina forense) confirma que el 15% de todos los casos de abusos sexuales a menores de 18 años están relacionados con la explotación sexual de niños en el trabajo o la prostitución de niñas.

Además, se cree que la cifra real es aún mayor.

 

Leyes

En principio, la legislación jordana se ajusta a los convenios internacionales relacionados con el trabajo infantil.

La última resolución nacional, dictada por el Ministro de Trabajo Mahmoud Kafaween, tiene como objetivo evitar que los niños desempeñen trabajos peligrosos, duros o perjudiciales para su salud.

Sin embargo, en la práctica estas leyes no siempre se cumplen.

Por ejemplo, la ley jordana establece que las empresas que empleen a menores de edad tienen que pagar una multa de entre 100 (140 US$) y 500 (700 USD) dinares jordanos.

En el caso de los infractores reincidentes, la multa se duplica.

Sin embargo, los inspectores del ministerio suelen tolerar las irregularidades, pues la mayoría de estos niños necesitan desesperadamente un trabajo.

Un jefe de inspección del Ministerio de Trabajo declaró que en el recorrido de uno de los inspectores se detectaron 113 casos de trabajo infantil en 100 empresas.

De dicha cifra, 26 empleadores fueron multados y 24 recibieron advertencias. A los otros 63 simplemente les informaron sobre la legislación laboral.