Filipinas: “Trataron de aplastarnos, y no lo consiguieron”, afirman los sindicalistas de NXP

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En Filipinas, los trabajadores y las trabajadoras claman victoria contra una de las empresas de electrónica más grandes del país tras una larga batalla de año y medio por la reincorporación de 24 trabajadores despedidos y un nuevo convenio colectivo.

El 5 de mayo de 2014, 24 trabajadores de NXP Semiconductors con sede en Cabuyao, Laguna, fueron despedidos aparentemente por “organizar una huelga ilegal” después de no presentarse a trabajar en tres días festivos oficiales, respectivamente, el Día de los Héroes, el Jueves y el Viernes Santos.

Sin embargo, los trabajadores afirman que fue una maniobra de la dirección en un intento por estancar las negociaciones destinadas a firmar un nuevo convenio colectivo a raíz de las reivindicaciones de la Metal Workers Alliance of the Philippines (MWAP) pidiendo un aumento salarial y la regularización de los trabajadores temporales.

A finales de septiembre, con la intermediación de la Junta de Conciliación y Mediación Nacional del Ministerio de Trabajo y Empleo de Filipinas, los sindicatos llegaron finalmente a un acuerdo con NXP Semiconductors.

“La mitad [de los trabajadores despedidos] recibirán una indemnización por cese en el servicio. La otra mitad conservará su empleo, según lo acordado por las partes”, indicó la Ministra de Trabajo Rosalinda Baldoz en un mensaje de texto a Equal Times.

Un acuerdo que no acaba de convencer al sindicato. Por un lado, como manifestó Presidente de la MWAP, Reden Alcantara, a Equal Times en una entrevista telefónica, “la dirección de NXP no consiguió aplastar nuestro sindicato”.

Además, NXP ha aceptado un aumento salarial del 5,25%.

A los 12 trabajadores reintegrados se les permitirá regresar a sus respectivos puestos de trabajo y recibirán el pago retroactivo de cuatro meses.

Sin embargo, Alcantara y otros 11 trabajadores no serán reintegrados a la empresa.

“Fue el Ministerio de Trabajo y Empleo el que propuso reintegrar a la mitad de los trabajadores despedidos para buscar un terreno de entendimiento”, señaló Alcantara.

“El resto de nosotros que hemos perdido nuestro empleo, tenemos que tragar esta píldora amarga para salvar al sindicato y los puestos de trabajo de nuestros compañeros.”

En lugar de la reintegración laboral recibirán una indemnización por despido del 150% en función del número de años que han trabajado para la empresa.

Asimismo cada uno recibirá una suma global de 100.000 pesos (2.219 US dólares) y el salario de un mes en el curso de los próximos cinco meses.

Cuando Equal Times intentó llamar a NXP Semiconductors, los responsables afirmaron que no había nadie autorizado para hablar sobre este asunto.

 

¿Nuevo convenio colectivo, viejas mañas?

No obstante, Alcantara critica a la dirección de NXP por incumplir su compromiso de conceder a los trabajadores prestaciones adicionales antes de firmar un nuevo convenio colectivo.

Señaló que la dirección de NXP y el Ministerio de Trabajo y Empleo convencieron al sindicato de firmar un nuevo convenio colectivo en base a un “pacto de caballeros” según el cual se daría a los trabajadores prestaciones adicionales que incluirían una prestación médica ambulatoria, subsidios para el arroz y la harina y ayuda para la educación de sus hijos.

No obstante, estas prestaciones no figuran en ninguna parte en el Memorando de Acuerdo finalmente firmado por todas las partes el 26 de septiembre.

A la pregunta de Equal Times de por qué el sindicato había accedido a firmar el memorando de acuerdo, Alcantara respondió: “Tuvimos que firmar, de lo contrario todos los 24 trabajadores habrían perdido sus puestos de trabajo y el sindicato habría sido reducido al silencio, ya que todos los trabajadores despedidos eran miembros del sindicato.”

Alcantara señaló que varios de los 12 trabajadores despedidos utilizarán su indemnización para crear sus propias empresas y se han comprometido a seguir colaborando con el sindicato de los trabajadores.

“El proceso nos ha enseñado a no confiar en el Ministerio de Trabajo y Empleo, porque favorece las tácticas fraudulentas de la dirección”, afirmó.

Sin embargo, Alcantara expresó su gratitud por la solidaridad mostrada por los trabajadores, los sindicatos y las ONG, tanto en el país como a nivel internacional: “Agradecemos la gran solidaridad mostrada por nuestros compañeros trabajadores y trabajadoras de Filipinas y del extranjero.”

La federación sindical internacional IndustriALL, que representa a 50 millones de trabajadores en los sectores de la minería, la energía y la industria manufacturera, encabezó una campaña movilizando a más de 150.000 consumidores y activistas que escribieron a Apple para pedirle que exigiera responsabilidades a NXP por violar los compromisos relativos a su cadena de suministro.

El Secretario General de la federación internacional IndustriALL, Jyrki Raina comentó el acuerdo a Equal Times:

“Este acuerdo es significativo. Unimos las fuerzas de todos nosotros para ayudar a la MWAP, afiliada de IndustriALL, a salir airosa de los ataques antisindicales de la dirección de NXP en Filipinas.

“NXP es un gigante mundial y su intento por acabar con nuestro sindicato en su planta en Filipinas era inaceptable.

“Organizaciones y activistas afines de todo el mundo proporcionaron un importante apoyo adicional, y estamos dispuestos a movilizarnos de nuevo si es necesario.”

 

“Apple debería imponer sanciones”

NXP Semiconductors, anteriormente Philips Semiconductors, tiene actividades en 25 países. En 2013, registró ingresos por 4,82 mil millones de US dólares.

Su planta de Cabuyao es un proveedor clave de microchips para numerosas empresas multinacionales de alta tecnología, tales como Samsung, Bosch y Nokia, así como Apple.

En la actualidad está trabajando en aplicaciones de transistores europeos para Apple, que es una de las características sobresalientes del nuevo iPhone 6.

La planta cuenta con aproximadamente 1.600 trabajadores de base, pero debido a la creciente demanda de productos iPhone, NXP contrató, en diciembre de 2013, a 2.000 trabajadores temporales.

Al igual que del despido ilegal de los 24 trabajadores, NXP ha sido acusado por IndustriALL de cometer varios otros abusos, incluyendo la formulación de acusaciones de “mal comportamiento” y de “perder el tiempo” en contra de los demás miembros del sindicato que protestaron por el despido masivo de sus representantes electos y por el hecho de que los guardias de seguridad tomaran fotografías y vídeos de los sindicalistas, incluso durante su hora de almuerzo.

Alcantara afirmó que lo sucedido en NXP es solamente un ejemplo del tipo de represión sindical frecuente en Filipinas, sin embargo, el siguiente paso corresponde a Apple, la cual debe penalizar a su proveedor, NXP, por violar las normas fundamentales del trabajo.

“Apple tiene que imponer sanciones para demostrar que cumple con el Código de Conducta de la Industria Electrónica (EICC), la Responsabilidad Social Corporativa y el Certificado de Responsabilidad Social 8000”, afirmó.

El Código de Conducta EICC proporciona directrices sobre cuestiones sociales, medioambientales y éticas en la cadena de suministro de la industria de la electrónica con base en los Convenios de la OIT y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

El Certificado de responsabilidad social SA8000 abarca el cumplimiento de los códigos de la industria y de las empresas destinados a medir el desempeño social.

Las empresas que poseen el certificado SA8000 tienen que adoptar políticas y procedimientos que protejan los derechos humanos fundamentales de los trabajadores y de las trabajadoras de conformidad con las convenciones de los derechos de las Naciones Unidas y los Convenios de la OIT.

 

Este artículo ha sido traducido del inglés.